Si alguna vez has intentado una dieta con la esperanza de perder peso y mejorar tu salud, pero terminaste sintiéndote frustrada y recuperando lo perdido… no es tu culpa.
Aloha! Soy Pascale Lapierre, me puedes decir Paski. Soy nutricionista y junto a Coty, una psicóloga increíble, creamos Nutrimind para ayudar a mujeres a vivir en paz y tranquilas con la comida y su cuerpo. Hoy te quiero contar sobre algo muy importante para nosotras, en especial para mi como nutricionista: por qué las dieta NO funcionan.
Desde que somos niñas nos venden la idea de que la solución para tener un buen cuerpo, una buena “salud”, está en restringir alimentos, contar calorías y seguir reglas estrictas. Esto se lo escuché de niña a mi mamá, tias, abuelas (ni siquiera tengo consciencia de cuál fue el momento en que lo escuche por primera vez). Después de adolescente lo vi en la tele, revistas, facebook, amigas del colegio, etc. Pero la realidad es que el 95% de las personas que hacen dietas recuperan el peso en los siguientes años. Entonces, si las dietas realmente funcionaran… ¿Por qué seguimos buscando la próxima “dieta milagrosa”?
Hoy quiero contarte por qué las dietas no son el camino y qué puedes hacer en su lugar para mejorar tu relación con la comida de manera sostenible.
🚨 El problema con las dietas
Las dietas no solo afectan tu metabolismo, sino que también generan un impacto negativo en tu bienestar emocional. Esto es algo que vivimos Coty y yo (en gran parte nos dedicamos a esto por esta razón), y también las mujeres que acompañamos. Aquí te explico por qué fallan:
❌ 1. Restringen demasiado y aumentan el deseo de comer
Cuando te prohíbes ciertos alimentos, tu cerebro los empieza a percibir como más deseables. Esta es la razón de por qué después de unos días de “me porte bien” o “lo tuve bajo control”, llega ese momento en que sientes que perdiste el control con eso que “no deberías comer” o porque no dejas de pensar en eso que se supone no tienes que comer.
❌ 2. Crean una mentalidad de todo o nada
Las dietas te hacen creer que hay alimentos “buenos” y “malos”. Pero cuando comes algo “prohibido”, sientes culpa y entras en un ciclo de descontrol. Esto no es un problema de fuerza de voluntad, sino un efecto natural de la restricción.
❌ 3. No enseñan a escuchar tu cuerpo
En vez de ayudarte a identificar el hambre y la saciedad, las dietas nos imponen horarios y porciones estructuradas. Esto desconecta tu relación con la comida y te hace depender siempre de una nueva dieta porque dejas de confiar en ti, tus señales se apagan y cuando aparecen, no sabes si está bien o no.
❌ 4. Provocan el efecto rebote
La mayoría de las dietas reducen calorías drásticamente (la clásica “dieta hipocalórica”), lo que hace que tu metabolismo se adapte, enlenteciendose y, en consecuencia, queme menos energía. Cuando vuelves a comer normal (porque este sistema de alimentación no es sostenible en el tiempo, no podemos vivir comiendo menos de lo que necesitamos), el cuerpo recupera lo perdido… y más.
✅ ¿Qué hacer en vez de seguir dietas?
Si las dietas no funcionan, entonces ¿qué alternativa tienes? Aquí algunos puntos importantes para mejorar tu relación con la comida de manera sostenible:
✔️ Escucha tu cuerpo: Aprende a reconocer tu hambre y saciedad en lugar de seguir reglas externas. Confía en ti, confía en tu cuerpo.
✔️ No te obsesiones: No se trata de prohibirte alimentos, no va por ahí, sino de encontrar un sistema de comida que disfrutes, te tenga contenta, con energía y puedas mantener en el tiempo.
✔️ Rompe con el “todo o nada”: Comer “saludable” no significa comer perfecto; se trata de construir hábitos sostenibles, comer de todo (en colores, cantidades, preparaciones, etc.)
✔️ Cuida tu bienestar emocional: La salud no es solo lo que comes, sino también cómo te sientes con la comida. Eso es salud integral.
La alimentación intuitiva nos ayuda en todo esto, ese es un buen camino.
Conecta contigo, confía en ti.